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El T-90 y el Challenger-2 son tanques de Rusia y del
Reino Unido respectivamente, muy conocidos en el mundo.
El primero
ostenta el título del tanque 'más vendido' en el mercado mundial entre
2001 y 2010, mientras que el segundo es muy usado dentro de la OTAN. Un
experto militar ruso analizas sus características.
Challenger II
Vladímir Murajovski, experto militar y coronel retirado, comparó el desempeño de ambos carros de combate y el resultado de su 'duelo imaginario' en una entrevista con el portal de noticias militares ruso Zvezda.
"Pese a que ambos tanques portan distintos tipos de cañones, (de ánima lisa en
el ruso y estriado en el británico), el alcance de fuego directo del
cañón ruso ronda los 1.850 metros, mientras que el del cañón británico
varía entre 1.500 y 1.600 metros. Pero la ventaja principal del tanque ruso es su potencia de fuego, ya que es capaz de lanzar un misil guiado antitanque [a
través de su cañón de ánima lisa] que le proporciona la capacidad de
destruir cualquier material bélico blindado en un radio de hasta 5
kilómetros", señaló.
Murajovski también está convencido de que el tanque ruso supera al Challenger-2 en el control de fuego.
"El Challenger-2 no tiene un sistema de seguimiento automático de blancos. Justo este sistema le proporciona al T-90 la capacidad 'cazador-asesino'. El comandante del tanque desempeña funciones de 'observador-cazador' y pasa los datos al apuntador, el cual actúa como artillero, dedicado no a la localización de los objetivos sino a su destrucción", explicó.
"El Challenger-2 no tiene un sistema de seguimiento automático de blancos. Justo este sistema le proporciona al T-90 la capacidad 'cazador-asesino'. El comandante del tanque desempeña funciones de 'observador-cazador' y pasa los datos al apuntador, el cual actúa como artillero, dedicado no a la localización de los objetivos sino a su destrucción", explicó.
Según él, un ejemplo de la eficacia de este sistema de control de
fuego es la experiencia 'tanquista' de Dmitri Rogozin, viceprimer
ministro ruso encargado de industria militar.
"En la exposición [de armas] en Nizhni Taguil, el viceprimer ministro
Dmitri Rogozin, por entonces en el cargo de presidente de la Comisión
Militar-Industrial, se sentó en el tanque T-90 y en la primera carrera
pudo impactar varios objetivos. Ese es el nivel que proporciona
un sistema de control de fuego moderno", aclaró el experto.
Además el tanque ruso dispone de un dispositivo automático de recarga del cañón con capacidad de 22 municiones,
mientras que en el tanque inglés a esta tarea la cumple una persona, un
miembro adicional de la dotación, que puede cansarse o quedar herido.
Según la evaluación de Murajovski, el chasis del T-90 (el carro de combate más vendido en el mundo entre 2001 y 2010) es más fácil de mantener y reparar que el del tanque británico.
El Challenger-2 está equipado con una suspensión hidroneumática, que no
está diseñada para su uso en condiciones de bajas temperaturas.
"Imagínese qué pasa cuando en la calle hace -30º, y una columna de
tanques debe empezar a moverse, mientras que alguna suspensión no está
funcionando porque el líquido hidroneumático se ha convertido en una
jalea, anulando todas las buenas características de la suspensión",
recalcó.
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Claro hay que verlo en acción, probado en combate, sin ninguna duda seria al ultima palabra!
ResponderEliminarClaro hay que verlo en acción, probado en combate, sin ninguna duda seria al ultima palabra!
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